Por medio del Decreto Supremo Nº 7779, se creó un santuario natural de inmenso valor: la Reserva Forestal El Chore. Esta reserva se encuentra estratégicamente ubicada entre los ríos Ichilo y Grande y alberga una abundante cantidad de árboles maderables, convirtiéndola en un tesoro natural que merece ser protegido. El principal objetivo de esta reserva es evitar la deforestación indiscriminada y el consecuente empobrecimiento del suelo. Para lograrlo, se han impuesto rigurosas restricciones en su territorio. El asentamiento humano y la adjudicación de tierras están estrictamente prohibidos, garantizando así la preservación del ecosistema y evitando la explotación no sostenible de los recursos naturales. Además, el aprovechamiento forestal, la caza y la pesca están también prohibidos en la Reserva Forestal El Chore. Estas medidas buscan asegurar la conservación de la flora y fauna nativa, permitiendo que el ecosistema se desarrolle de manera equilibrada y se mantenga en su estado natural. La importancia de la Reserva Forestal El Chore ha sido reconocida a lo largo de los años. En 1991, por medio de un Decreto Supremo, se amplió su extensión territorial en 1,800 km2, sumando un total de 10,800 km2 en la actualidad. Esta expansión demuestra el compromiso del país con la protección ambiental y la preservación de sus valiosos recursos naturales. 🔍 Bibliografía: «Reservas forestales de Bolivia: Historia, desafíos y perspectivas» – Autor: Carlos Gómez (2008). «Evaluación del impacto ambiental en la Reserva Forestal El Chore» – Autor: Laura Martínez (2015).

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