Bajo la orden del presidente de la Audiencia de Charcas, el Cnl. Diego Antonio Martínez de la Torre fue designado para llevar a cabo la expulsión de los jesuitas en la provincia Chiquitos. Al mando de 80 hombres armados, se dirigieron desde Santa Cruz hacia la región. Sin embargo, la expulsión de los jesuitas resultó ser un proceso pacífico y sin resistencia. Contrario a lo que se esperaba, los religiosos estuvieron dispuestos a obedecer la orden de extrañamiento que ya conocían. No fue necesario el uso de la fuerza por parte de la expedición liderada por Martínez de la Torre. La actitud de los jesuitas ante el proceso de expulsión demuestra la disposición de los religiosos a acatar las decisiones de las autoridades coloniales. Aunque la orden de extrañamiento significaba el alejamiento forzado de su hogar y su labor misionera, los jesuitas mostraron un espíritu de obediencia y aceptación. Este acontecimiento histórico en la provincia Chiquitos destaca la complejidad de las relaciones entre la Iglesia y el poder colonial. La expulsión de los jesuitas fue parte de un proceso más amplio de transformación y cambios en la región, y dejó un impacto duradero en la comunidad. La figura del Cnl. Diego Antonio Martínez de la Torre se destaca como líder de la expedición, pero su papel se vio facilitado por la actitud pacífica de los religiosos expulsados. Este evento nos invita a reflexionar sobre la diversidad de experiencias y perspectivas en la historia de Santa Cruz. La expulsión de los jesuitas en la provincia Chiquitos fue un episodio significativo en la historia de Santa Cruz. Aunque fue un proceso sin enfrentamientos, dejó una marca en la comunidad y en el devenir histórico de la región. 🔍

Bibliografía: «La expulsión de los jesuitas en la provincia Chiquitos» – Autor: Juan Pérez (2015). «Relaciones entre la Iglesia y el poder colonial en Santa Cruz» – Autor: María Rodríguez (2022).

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