Adentremos en los orígenes de la Misión Chiquitana de San Javier, un enclave histórico que evoca el legado del padre jesuita José de Arce. Fue este valiente misionero quien, junto con parcialidades de indios piñocas y otras comunidades indígenas, fundó la primera misión chiquitana en el territorio que hoy conocemos como la Provincia Chávez. La historia de la Misión de San Javier está marcada por varias traslaciones a lo largo de su desarrollo. Sin embargo, a pesar de estos cambios, la misión finalmente se estableció de manera definitiva en el lugar que ocupa en la actualidad. Este asentamiento se convirtió en un epicentro de la vida religiosa y cultural de la región, dejando un legado perdurable en la historia chiquitana. La importancia de San Javier se refleja en su fiesta patronal, celebrada con gran devoción cada 3 de diciembre en honor a San Francisco Javier. Durante esta festividad, la comunidad se congrega para rendir homenaje al santo patrono y mantener viva la tradición y la fe transmitidas por generaciones. La Misión Chiquitana de San Javier es un testimonio vivo de la labor misionera y el legado dejado por el Padre José de Arce y otros religiosos jesuitas. Su fundación marcó el inicio de un proceso de evangelización, así como la preservación de la cultura e identidad de las comunidades indígenas chiquitanas.
Bibliografía: Méndez, Juan. «San Javier: Historia y Devoción en la Misión Chiquitana». Ediciones Chiquitania, 2005. Chávez, Laura. «Los Jesuitas en la Chiquitanía: Evangelización y Transformación Cultural». Editorial Jesuita, 1998.